26/5/07

... Y a los psicólogos

La otra noche estaba yo en la barra física interina (BFI) hablando tranquilamente de cosas estúpidas como las elecciones de mañana y aguantando, con relativo estoicismo, vehementes críticas a mi decisión de retomar las buenas costumbres y quedarme en mi casa.

Como la conversación empezaba a ser aburrida y ya había explicado varias veces el funcionamiento de la ley de Hondt con ayuda de servilleta y boli (siempre hay algún partidario del voto en blanco) para demostrar que (en Madrid) todo voto no emitido para el PP, PSOE o 2/3 aprox. de IU, va en definitiva al PP o al PSOE, comencé a prestar atención a la conversación de la mesa de al lado. Hablaban sobre la educación en España.

Participaban tres mujeres y un hombre, sus ocupaciones: una profesora de secundaria, una administrativa de una facultad de la Complu, un profe de FP y una pedagoga. Los dos profesores son amigos míos, la administrativa oscila entre el amor y el odio hacia mi persona y a la pedagoga, que es amiga de ésta, la conozco pero tampoco mucho, no os vayáis a creer.

La pedagoga estaba empeñada en demostrar a los otros que lo que les pasa es que tienen una percepción alterada de la realidad y que la LOGSE es muy buena. Mi amiga la profe discrepaba educadamente y la otra cantaba las alabanzas de no sé qué escuela pedagógica. Me di cuenta de que su grado de civilización a veces la impide (a mi amiga) realizar la acción tácticamente más adecuada para deshacerse de una imbécil, así que me giré y metí mi cuñita:

"Mi opinión es que, lo primero que había que hacer, es fusilar a todos los pedagogos."

La administrativa añadió: "Y a los psicólogos." "Y a los psicólogos", asentí yo.

A partir de ahí, la cosa se animó bastante. La apacible pedagoga comenzó a elevar el volumen, alegando que ninguno teníamos ni puta idea de lo que hablábamos, que Álvaro Marchesi, aunque psicólogo de formación, era un gran tipo y que la LOGSE es una ley cojonuda pero mal aplicada por culpa -básicamente- de los profesores, que lo que les pasa es que no están a la altura (a veces, lo de la altura de los profesores es cierto, pero los dos presentes a la sazón sí están a la altura) Yo: "!tú dirás lo que quieras, pero la LOGSE es una mierda." Ella sigue con que no, que es una ley perfecta, pero que los profesores no tienen formación. Yo le pregunto que cuántos años ha dado clase ella en un instituto y me contesta que mira Finlandia, que tiene el mejor sistema educativo del mundo. Yo: "claro: tienen mili obligatoria" (la charla que originó el postio anterior vino a continuación)

La pedagoga sigue alterándose: "¿Finlandia? ¡Cómo van a tener mili en Finlandia!" (obviamente quiere decir: "¿Cómo va a tener mili el país con el mejor sistema educativo del mundo?") "La tienen. Y no están en la OTAN". Eso ya no lo entiende. Lo que sí percibe es que la estoy sacando de su tema y, sin más, me espeta: "¡Qué sabrás tú! A ver, ¿tú has leído a KKKK?" Yo: "No, ni pienso." Ella: "¡Ja!" (lo que parece significar que cómo oso abrir la boca: un tipo que no ha leído a KKKK. De hecho ni siquiera lo he oído mencionar hasta el momento, ni me interesa lo más mínimo, la verdad) "A ver, dime dos, sólo dos, (aquí se le escapa un gallo) pedagogos." Yo: "Álvaro Marchesi y tú." Se da la vuelta, furiosa, buscando argumentos. Se vuelve -triunfal- "Para que lo sepas, Álvaro Marchesi es psicólogo. A ver: otros dos." Yo (impavido): "Fulanita de tal y menganita de cual." Ella: "Y esas, ¿quiénes son?" Yo: "Pues dos pedagogas." Ella: "¡Eso te lo acabas de inventar!" Yo hago un gesto como de "buá...", que puede significar diversas cosas.

Cómo explicarle que eran las exnovias de sendos amigos míos (una de ellas un brodo mimético, incluso) las cuales, que yo sepa, no sólo estudiaron para pedagogas, sino que imagino que seguirán ejerciendo de tales (sea eso lo que sea) y, si no, pues me da igual. Ella se pone en pie y me dice: "¿Sabes qué te digo?" (a estas alturas ya tiene a medio bar pendiente de sus gritos) Yo esbozo un ademán vagamente interrogativo. "Que hay que ver menos fútbol y leer más, chaval".

Parece que el argumento la satisface notablemente, porque me da unos golpecitos displicentes en el hombro con el dorso de la mano (en mis tiempos, eso era signo de mala educación, ahora no sé): "Que tienes que leer más." Yo (con la mirada baja): "No puedo." De súbito, todos los conocidos del bar estallan en una carcajada unánime. Ella se queda un poco sorprendida, pero -como está pedo- intenta atribuir las risas al hecho de que me ha pillado y que lo que pasa es que la gente le ríe las gracias. Insiste con los golpecitos en mi hombro en tono chulapa: "Que-hay-que-le-er-más." Yo también insisto: "Es que no puedo." Nueva carcajada general. Mi colega la profesora llora de la risa. La amiga de la pedagoga se levanta y la coge del brazo para llevársela de allí, circunstancia que yo aprovecho como el miserable que soy:

"Intentaré leer más; pero, aparte de fusilar a todos los pedagogos ("y a los psicólogos", dicen los dos profes) ... y a los psicólogos (asiento yo), había que volar todas las facultades de pedagogía ("¡Y de psicología!", claman varios espontáneos) ... Y de Psicología, concedo yo, una vez avisado el personal de administración y servicios, que no tiene la culpa, para que salga" (guiño a la amiga PAS) Aquí, constato que lo he conseguido:

"¡¡¡¡¡Pero... !!!!! ¡¡¡¿¿Pero tú estás viendo lo que dice este fascista??!!! Eres un nazi, tío." Yo, cabizbajo: "Lo se". La amiga PAS, la coge del brazo ya con cierta energía "Venga, fulanita, que te llevo a casa". Se deja arrastrar, mientras vocifera llamándome fascista y analfabeto funcional y que lea algún libro, entre el entusiasmo del público.

Tiempo estimado: 6 minutos. Reconozco que soy cruel. Pero es que no puedo con ellos. Los malos llevan tiempo tratando de subsanar el error que cometieron en su día al enseñar a leer y escribir a los esclavos, y los pedagogos (y los psicólogos) son su instrumento más fiel.

Y lo mejor de todo es que pudimos acabar hablando de la mili, hombre por dios. Primero de los seis goles del Atleti, y luego de la Mili.

22/5/07

Historias de la puta Mili

La otra tarde tuvimos una de esas charlas hoy sólo asequibles a los hombres de cierta edad; pues la general decadencia de la Civilización Occidental y el ya casi ilimitado acceso de la mujer a los bares, vedan a la juventud ciertos placeres. Estábamos reunidos en etílico consejo varios machos dominantes, sacrificando a Mahou, y -cómo no- surgió de modo natural tras un instante de silencio y para no hurgar más en la cosa del partido Atleti-Barça, el tema. O sea, El Tema por excelencia: LA MILI.

Y -¡Hay que joderse!- uno me dice que no tengo huevos de colgar en el blog fotos de mi puta mili. ¿Qué no? -pregunto airado- "Que no", repone el interfecto. Pues bien, para que se vea que a un fusilero, lo que es a huevos, no le gana nadie, por una vez y sin que sirva de precedente, realizaré un estriptis cibernético y aquí van unas cuantas fotos (años 84-85)





Marcha de La Candelaria. Los imecos como atracción turística.


Volviendo a la Academia de Infantería





De guerrillas por Almorox






El Teniente Edermín, curtido jefe de la 1ª Sección de la 1ª Compañía del Asturias 31,
mostrando su asombro al enterarse de en qué parte de San Gregorio creíamos hallarnos los bisoños mandos de la 3º Sección





El confortable interior de mi TOA






Vuestro humilde narrador haciendo el panoli en San Gregorio

Los mandos de la Primera durante un reseso en las maniobras superalfa-beta.

¿Vale? Si, tenía que haber puesto más fotos de mi época de tropa, pero aún no he descubierto en qué caja de la mudanza las tengo .







9/5/07

Adiós al Espigüete


Estos somos Lucio Publio Dentato y vuestro humilde narrador dando la primera teórica de empleo táctico de piolet y crampones al joven Rastafudi, de 11 años a la sazón. Lugar: parte baja de la Norte del Espigüete (Palencia) hace 12 años.

Cuenta la leyenda que un sabio científico de los años 30, previendo la que se avecinaba, dedicó parte de su sabiduría a buscar un sitio que no le interesara a ningún eventual futuro contendiente para retirarse y eligió una isla de mierda perdida en medio del Pacífico. Su nombre: Guadalcanal.

El sabio en cuestión sería muy sabio, pero no había previsto la evolución de la guerra aeronaval y la importancia de una base aérea en medio de la inmensidad del Pacífico.

Pues bien: Lucio Publio Dentato y yo siempre pensábamos que, en caso de guerra nuclear o mera jubilación, con unos ahorrillos podríamos asentar nuestros cuerteles de invierno en Cardaño de Arriba (Palencia) o sus cercanías: “en medio de ninguna parte”, ya que, como es sabido, hasta hace poco Palencia existía aún en menor grado que Teruel, del que –al menos- se sabe que no existe (Evaristo, lo has conseguido)

¡Pues no! Nosotros sí preveíamos la moderna guerra e incluso sabíamos que las montañas que rodean esa vega protegerían algo a nuestros cerdos y nuestras patatas de las nubes radioactivas y los depredadores en plan Mad Max (una Browning del 50 o incluso un Barrett Springfield en la puerta de lo que era el bar de la Punki, en Cardaño de abajo, bastaría)

Pero no previmos el auge del ladrillo y la voracidad especuladora una vez que la costa se agotara.

Bien: ese paraíso en la tierra apenas hollado en su día por montañeros de León, Valladolid y Bilbao, va a convertirse en la mayor estación de esquí de Europa: un estropicio como no se ha conocido hasta la fecha en el interior de la piel de toro. Más de 50 km. de pistas esquiables. Estación de esquí de San Glorio.

Pero, eso sí: será un estropicio altamente sostenible, respetuoso con el ecosistema: los ositos van a disfrutar que te cagas con las carreteras sostenibles que les van a hacer, los paisanos se enriquecerán de modo indecoroso vendiendo sus tierras a pedo puta a los especuladores que les hacen la ronda (eso creen, los pobres), se crearán miles de puestos de trabajo de camarero que solucionarán todos los problemas del medio rural y, todo ello, milagrosamente, en un sitio donde hay que encordarse para subir, no hay nieve más que cuando la hay, etc., etc.




La catástrofe afecta a tres comunidades autónomas: Castilla y León, Asturias y Cantabria, lo que indica que en el asunto está pringado todo el mundo; y se soslayará la hipotética intervención del Gobierno central por el conocido método de partir el proyecto en trocitos. Por supuesto, todo es zona protegida, Parque natural, Reserva Natural de Fuentes Carrionas, y demás farfollas. Pero, como es todo tan guay, no hay problema. De hecho, ya hay diversos grupos ecologistas y plataformas ad hoc que demuestran lo fenomenal del proyecto.

Hay que hacer dos lagunas artificiales (que en ningún caso tomarán el agua de la montaña -¿de dónde?, me pregunto yo, ¿la van a llevar en camión cisterna o se prevé un trasvase desde el pantano con estación de bombeo incluida?) para abastecer los cañones de nieve que suplirán la falta de nieve de verdad, y lo mejor son los aparcamientos altamente ecológicos para 2.000 coches; eso sí, con arbolitos plantados para atenuar el así llamado impacto visual.

L.P. Dentato y el fiel Jose María en la Espigüetenordwand (la foto la hice yo, creo)

No me invento nada: Aquí está: http://www.sanglorio.net/ Es, sencillamente, perfecto.

Nota: las dos únicas veces que vuestro humilde narrador ha visto una gineta al natural ha sido ahí.