26/8/06

Los artistas y Leviatán



Siguiendo con mi línea de apurar el mes de agosto trabajando el mínimo imprescindible, haré una vez más uso del derecho de cita y pondré una cosa de Desmond Morris. El Dr. Morris fue un autor polémico, ya que es el culpable de vulgarizar la Etología; por lo menos, aquí. Recuerdo que cuando se publicó en Ejpaña, a principios de los 70, su obra más conocida: "El mono desnudo", (vivía el Caudillo) hasta provocó cierto escándalo, no obstante ser cosa de Plaza&Janés. Yo la leí por primera vez a los 14 (mi padre leía) y me impactó. He de reconocerlo. Luego, ya, me dediqué a Konrad Lorenz propiamente dicho, quien (no obstante el Nobel) hoy en día se considera obsoleto, según me cuentan las jóvenes estudiantes de Psicología (gracias, Elena) a quienes trato habitualmente (obvio: si la gente se tomara eso en serio, las dejaría sin curro, como a los curas y a los políticos). La Iglesia y el Capital no descansan a la hora de corregir sus errores producto -tal vez- de un exceso momentáneo de entusiasmo. Sin embargo, o tal vez por ello, tal vez nos dé la clave -una de las claves- de por qué los jóvenes queman coches. He aquí la cita:

"Como señalaba un planificador rebelde, un sendero recto entre dos edificios puede ser la solución más eficaz (y barata), pero eso no significa que sea el mejor sendero por lo que se refiere a satisfacer las necesidades humanas. El animal humano necesita un territorio espacial en que vivir que posea características distintivas, sorpresas, singularidades visuales, puntos de referencia y peculiaridades arquitectónicas. Sin todo esto, puede tener escaso significado. Una forma geométrica y limpiamente simétrica tal vez sea útil para sostener un tejado, o para facilitar la prefabricación de unidades de alojamiento producidas en masa, pero cuando se aplica al nivel del paisaje va contra la naturaleza del animal humano. ¿Por qué, si no, resulta tan ameno pasear por un serpenteante camino rural? ¿Por qué, si no, los niños prefieren jugar entre los montones de escombros de edificios abandonados, en vez de hacerlo en sus inmaculados, desnudos y geométricamente dispuestos campos de recreo?

La actual tendencia arquitectónica hacia la austera sencillez de diseño puede fácilmente llegar a desbocarse y ser utilizada como excusa de falta de imaginación. Las manifestaciones estéticas minimalistas sólo son excitantes como contraste con otras manifestaciones más complejas. Cuando llegan a dominar la escena, los resultados pueden ser extremadamente perjudiciales. La arquitectura moderna ha estado siguiendo esta dirección durante algún tiempo, fuertemente estimulada por los planificadores del zoo humano. Enormes bloques de apartamentos, todos iguales, han proliferado en muchas ciudades como respuesta a las demandas de alojamiento de las poblaciones supertribales, en continuo aumento. La excusa ha sido la eliminación de los suburbios, pero, con demasiada frecuencia, el resultado ha sido la creación de los supersuburbios del inmediato futuro. En cierto sentido, son peores que nada, ya que dan una falsa impresión de progreso, originan complacencia y satisfacción por la obra realizada y disminuyen la posibilidad de un auténtico progreso.

Los más adelantados zoos animales han ido desembarazándose de sus viejas residencias de monos. Los directores de zoo vieron lo que les estaba sucediendo a los residentes, y comprendieron que poner más baldosas higiénicas en las paredes y mejorar el desagüe no constituía una auténtica solución. Los directores de los zoos humanos, enfrentados con poblaciones que se multiplican a velocidad vertiginosa, no han sido tan perspicaces. El resultado de sus experimentos en uniformidad de gran densidad está siendo apreciado ahora en los tribunales de menores y en las salas de consulta de los psiquiatras. En algunos casos se ha recomendado incluso que los aspirantes a inquilinos de los pisos altos deberían ser sometidos a examen psiquiátrico antes de fijar en ellos su residencia, con el fin de asegurar que, en opinión del psiquiatra, podrán soportar la tensión derivada de su forma de vida. Este hecho debería constituir por sí solo un aviso suficiente para los planificadores, revelándoles claramente la enormidad de la locura que están cometiendo, pero hasta el momento hay pocos indicios de que estén escuchando tales avisos. Cuando se les hace notar las deficiencias e inconvenientes de sus realizaciones, replican que no tienen alternativa; hay cada vez más personas, y es preciso proporcionarles vivienda. Pero hay que encontrar alternativas de alguna manera. Hay que reexaminar toda la naturaleza de los complejos ciudadanos. Es preciso devolver a los fatigados moradores urbanos del zoo humano el sentimiento de identidad social de “comunidad pueblerina”. Un auténtico pueblo, visto desde el aire, parece una excrecencia orgánica, no una pieza geométrica, cuestión ésta que la mayoría de los planificadores parecen ignorar deliberadamente. No aprecian las demandas básicas de la conducta territorial humana. Las casas y las calles no son primariamente para ser miradas, sino para moverse en ellas. Mientras recorremos nuestro espacio territorial, el medio ambiente arquitectónico debe producir su impacto segundo a segundo y minuto a minuto, cambiando sutilmente la perspectiva a cada nueva línea de visión. Cuando volvemos una esquina o abrimos una puerta, lo último que queremos es vernos frente a una configuración espacial que reproduzca monótonamente la que acabamos de dejar. Con demasiada frecuencia, sin embargo, esto es precisamente lo que sucede; el diseñador arquitectónico se ha asomado a su tablero de dibujo como el piloto de un bombardero avista un objetivo, en vez de intentar proyectarse a sí mismo como un pequeño objeto móvil que circula en el interior del medio.

Estos problemas de reiterativas monotonía y uniformidad informan, desde luego, casi todos los aspectos de la vida moderna. Con la creciente complejidad del medio en que el zoo humano se desenvuelve, los peligros de una intensificada regimentación social aumentan día a día. Mientras los organizadores se esfuerzan en encuadrar la conducta humana en un marco cada vez más rígido, otras tendencias actúan en dirección opuesta. Como hemos visto, la progresivamente mejorada educación de los jóvenes y la creciente opulencia de sus mayores contribuyen a suscitar una demanda cada vez mayor de estímulo, aventura, excitación y experimentación. Si el mundo moderno no consigue permitir estas tendencias, entonces el miembro de supertribu del mañana tendrá que luchar violentamente para cambiar este mundo. Tendrán el tiempo, los conocimientos y la energía necesarios para hacerlo, y lo conseguirán. Si el medio no les permite innovaciones creadoras, lo destruirán para poder empezar de nuevo. Este es uno de los mayores dilemas a que se enfrenta nuestra sociedad. Resolverlo es nuestra tarea para el futuro. Por desgracia, tendemos a olvidar que somos animales con ciertas específicas debilidades y ciertas específicas fuerzas. Nos consideramos a nosotros mismos como hojas en blanco en las que puede escribirse cualquier cosa. No es así. Entramos en el mundo con un conjunto de instrucciones básicas, y las ignoramos o las desobedecemos a nuestro propio riesgo.

Los políticos, los administradores y los demás dirigentes supertribales son buenos matemáticos sociales, pero esto no basta; en lo que promete ser el aún más atestado mundo del futuro, deben convertirse también en buenos biólogos, porque en algún lugar de toda esa masa de alambres, cables, plásticos, cemento, ladrillos, metal y vidrio que ellos controlan, existe un animal, un animal humano, un primitivo cazador tribal, disfrazado de civilizado ciudadano supertribal, que se esfuerza desesperadamente en adaptar sus viejas cualidades heredadas a su extraordinariamente nueva situación. Si se le da una oportunidad aún puede lograr convertirse este zoo humano en un magnífico parque de atracciones. Si no, puede transformarse en una gigantesca casa de locos, como una de las horriblemente abarrotadas casas de fieras del siglo pasado.

Para nosotros, los miembros de supertribu del siglo XX, será interesante ver qué sucede. Para nuestros hijos, sin embargo, será algo más que meramente interesante. Para cuando ellos asuman el mando de la situación, la especie humana estará, sin duda, enfrentándose a problemas de tal magnitud que será una cuestión de vida o muerte."
Desmond Morris: "El zoo humano".

25/8/06

Los consejos del Capitán


Este es el final de "Estrategia: La Aproximación Indirecta" de Sir Basil H. Liddell Hart. No hago comentarios, porque no es necesario. Este es el tipo de cosas que leen los militares pero no los políticos.

Para el novici@ (soy patético, usando los simbolitos progres políticamente correctos y colaborando así a la destrucción de la noble lengua castellana; pero, en fin, todo sea por convertirme en referente mediático), El Capitán, fue oficial en la Primera Guerra Mundial, quedó incapacitado por la acción de los gases (Hoy MDW) y se dedicó a extraer conclusiones de la absoluta incompetencia de los generales de esa guerra (excepto de los de Oriente). Fue reconocido como maestro por Rommel, von Manstein y Guderian. La Segunda Guerra Mundial se la pasó de asesor personal de Churchill para estos temas (aunque no siempre le hacía caso; porque, si no, es probable que el Mariscal Harris hubiera acabado en un consejo de guerra o, al menos enviado a su casa). Formaba parte del grupo de mis consejeros transgeneracionales británicos: T.E. Lawrence, Robert Graves y B.H. Liddell Hart, que eran colegas y sin embargo amigos.

Mis pobres comentarios, como decía, sobran en esta ocasión:



“Aunque la guerra es contraria a la razón, pues es un medio de llegar a una solución por la fuerza cuando el debate no consigue producir una solución acordada, el desarrollo de la guerra debe ser controlado por la razón si se quieren alcanzar sus objetivos, ya que:

1) Aunque luchar es un acto físico, su dirección es un proceso mental. Cuanto mejor sea la estrategia, más fácil y menos costoso será conseguir el objetivo.

2) Por el contrario, cuanta más fuerza se invierte, más aumenta el riesgo de que el equilibrio de la guerra se vuelva en contra; e incluso si se consigue la victoria, menos fuerzas quedarán disponibles para aprovechar la paz.

3) Cuanto más brutales sean los métodos, más resentidos estarán los enemigos, con lo que, naturalmente, endurecerán la resistencia que se trata de vencer; por lo tanto, cuanto más emparejados en fuerza estén ambos bandos, más inteligente será evitar extremos de violencia que tiendan a consolidar las tropas y el pueblo enemigo tras sus líderes.

4) Estas consideraciones se amplían aún más. Cuanto más se intenta aparentar imponer una paz totalmente propia, mediante la conquista, mayores son los obstáculos que surgirán por el camino.

5) Además, cuando se consigue el objetivo militar, cuanto más se exija del bando vencido, más problemas se producirán y más motivos se brindarán para tratar de invertir la situación a la que se ha llegado mediante la guerra.

La fuerza es un círculo vicioso -o mejor, una espiral- salvo que su aplicación esté controlada por el cálculo más razonado. Así, la guerra, que comienza por negar la razón, viene a reivindicarla a lo largo de todas las fases de la lucha.

El instinto de lucha es necesario para conseguir el triunfo en el campo de batalla -aunque incluso aquí el combatiente que puede mantener la sangre fría tiene ventaja sobre el hombre que "lo ve todo rojo"-, pero siempre debe llevarse con las riendas bien tirantes. El hombre de estado que se deja vencer por ese instinto, pierde la cabeza y deja de estar capacitado para regir los destinos de una nación.

La victoria, en el verdadero sentido de la palabra, supone que el estado de paz, y del propio pueblo, es mejor tras la guerra que antes de ella. La victoria en este sentido sólo es posible si puede conseguirse un resultado rápido, o si un gran esfuerzo puede estar económicamente proporcionado a los recursos nacionales. El fin debe ajustarse a los medios. Si no existen buenas perspectivas para una victoria de este tipo, el hombre de estado inteligente no debe perder la oportunidad de negociar la paz. La paz conseguida por tablas, basada en el reconocimiento de cada bando de la fuerza del bando contrario, es, como mínimo, preferible a la paz conseguida por el agotamiento mutuo, y a menudo ha ofrecido mejores bases para una paz duradera.

Es más sensato correr el riesgo de la guerra con tal de preservar la paz que correr el riesgo de agotamiento en la guerra con tal de terminar con la victoria, una conclusión contraria a lo que suele ser habitual, pero avalada por la experiencia. La perseverancia en la guerra sólo está justificada si hay buenas oportunidades de llegar a buen fin, es decir, posibilidades de conseguir una paz que equilibre la suma de desgracias humanas producidas durante la lucha. Profundizando en el estudio de anteriores experiencias, se llega a la conclusión de que las naciones podrían haberse acercado más a su objetivo político si hubieran aprovechado una interrupción de la lucha para discutir un acuerdo que al haber continuado la guerra con el objetivo militar de la "victoria".

La historia también revela que en muchos casos podría haberse conseguido una paz beneficiosa si los hombres de estado de las naciones contendientes hubieran mostrado mayor comprensión de los elementos de psicología de sus "sensores" de paz. Con frecuencia su actitud ha sido muy similar a la observada en las típicas peleas domésticas: cada una de las partes teme aparentar darse por vencida, por lo que, cuando una de ellas muestra alguna inclinación hacia la conciliación, suele expresarla en un lenguaje demasiado duro, y es probable que la otra tarde en responder, en parte por orgullo u obstinación y en parte por una tendencia a interpretar el gesto como signo de debilidad, cuando es posible que sea signo de una vuelta al sentido común. Así, el momento crucial pasa, y el conflicto continúa con daño para ambos. En raros casos la continuación sirve para nada bueno cuando ambas partes están condenadas a vivir bajo el mismo techo. Esto es aún más aplicable a la guerra moderna que a un conflicto doméstico, pues la industrialización de las naciones han hecho sus destinos inseparables. Es responsabilidad de los hombres de estado no perder nunca de vista las perspectivas de posguerra cuando persiguen el "espejismo de la victoria".

En los casos en que ambas partes están demasiado equilibradas para ofrecer una oportunidad razonable de triunfo rápido a cualquiera de ellas, el hombre de estado inteligente aprenderá algo de la psicología de la estrategia. Un principio elemental de estrategia es aquél según el cual si hallas a tu oponente en una posición fuerte, difícil de forzar, debes dejarle una línea de retirada como la forma más rápida de debilitar su resistencia. También debe ser un principio de política, especialmente en la guerra, ofrecer al enemigo una escalera por donde pueda bajar.

Puede caber la duda sobre si estas conclusiones, basadas en la historia de las guerras entre los llamados estados civilizados, pueden aplicarse a las condiciones inherentes a la renovación del tipo de guerra puramente predatoria librada por los asaltantes bárbaros del Imperio romano, o por la mezcla de guerra religiosa y predatoria desarrollada por los fanáticos seguidores de Mahoma. En tales guerras toda paz negociada suele tener en sí un valor aún menor del normal (la historia demuestra claramente que los estados raras veces se mantienen fieles mutuamente, salvo en la medida en que sus promesas les parezcan compatibles con sus intereses). Pero cuanto menos se ha preocupado una nación de sus obligaciones morales, más tiende a respetar la fuerza física (el poder disuasorio de una fuerza demasiado grande para ser desafiada con impunidad). De la misma forma, en el plano individual todo el mundo sabe que el fanfarrón y el camorrista dudan en atacar a alguien cuya fuerza es parecida a la suya (más que un tipo pacífico en enzarzarse con un atacante más fuerte que él).

Es una tontería imaginar que podamos comprar a los tipos agresivos (o en lenguaje moderno, "apaciguarlos"), sean individuos o naciones, ya que el pago de un rescate estimula la exigencia de otro. Pero pueden ser sometidos. Su propia creencia en la fuerza los hace más vulnerables al efecto disuasorio de una fuerza opositora de grandes proporciones. Esto constituye un control adecuado, excepto contra el puro fanatismo, aquél que no está mezclado de "codicia".

Aunque es difícil llegar a una verdadera paz con los tipos predatorios, es más fácil inducirles a aceptar un estado de alto el fuego, y mucho menos agotador que intentar aplastarlos, ya que están, como todos los tipos de seres humanos, imbuidos del coraje de la desesperación.

La experiencia de la historia brinda muchas pruebas de que la caída de los Estados civilizados se produjo, no por los ataques directos de enemigos, sino por su decadencia interna, combinada con las consecuencias del agotamiento bélico. Un estado de incertidumbre es difícil de soportar, y a menudo ha llevado al suicidio a las naciones y a los individuos por su incapacidad para soportarlo. Pero la incertidumbre es mejor que llegar al agotamiento tratando de conseguir el espejismo de la victoria. Además, un alto en las hostilidades permite una recuperación y un desarrollo de las fuerzas, mientras que la necesidad de vigilancia ayuda a mantener una nación "en guardia".

Las naciones pacíficas son propensas, sin embargo, a correr peligros innecesarios, ya que cuando surge uno de ellos se sienten más inclinadas que las naciones predatorias a llegar a situaciones extremas. Éstas, sin embargo, al hacer la guerra como medio de ganar, suelen estar más dispuestas a abandonarla cuando encuentran a un oponente demasiado fuerte para ser vencido fácilmente. Es el luchador poco dispuesto, impulsado por la emoción y no por el cálculo, el que suele continuar la lucha hasta el límite más duro y, por ello, no suele conseguir su fin, aunque no llegue a perder directamente. El espíritu de barbarie sólo puede debilitarse durante el alto en las hostilidades; la guerra lo fortalece añadiendo leña al fuego.”


B.H. Liddell Hart. “Estrategia: la aproximación indirecta”. (Madrid, Ministerio de Defensa, Secretaría Gral. Técnica, D.L. 1989)


22/8/06

El precio de los mensajitos

Como parece que el tema del coltan ha interesado incluso a la clientela habitual, cuento algunas cosas más. Aunque he intentado dar datos más concretos, esto no deja de ser una charla de bar; así que no os pongáis muy pejigueras con las fuentes, que por los informes serios cobramos.

El coltan (columbita-tantalita) es un mineral compuesto de colombio y tantalio cuya propiedad más apreciada es que optimiza el consumo de corriente eléctrica, por lo que se emplea en la fabricación de condensadores para aparatos electrónicos y permite, entre otras cosas, que podamos usar el móvil durante mucho tiempo sin que se nos gaste la batería. Su campo de utilización, incluye tecnología espacial y armamento (misiles y bombas así llamadas inteligentes), vidojuegos, aparatos de diagnóstico médico, etc. Siempre se cita como ejemplo que Sony tuvo que retrasar el lanzamiento de la Play-2 por falta de coltan. Imagino que los japos apretaron un poco las clavijas en el Congo y el problema se subsanó. En cualquier caso, el 60% de la producción se destina a los teléfonos móviles. Las principales compañías que emplean el tantalio del Congo son Alcatel, Compaq, Dell, Ericsson, HP, IBM, Lucent, Motorola, Siemens y Sony.

Hasta finales de los 90, los principales productores eran Australia, Tailandia y Brasil, pero últimamente, Australia bajó la producción mientras que se estima que el 80% de las reservas mundiales conocidas se encuentran en el Este de la actual República del Congo.

El Congo Kinshasha-Zaire-República del Congo, ha sido objeto de las atenciones de las multinacionales occidentales desde su "independencia" en 1960; por no hablar de la época colonial propiamente dicha. Pero sus materias primas exportables más conocidas eran el oro, los diamantes y el uranio.

A principios de los 90, comenzó a hacerse patente en la región de los Grandes Lagos la lucha abierta entre las multinacionales norteamericanas y las europeas (principalmente francesas y belgas) por el control de la zona y sus materias primas. El genocidio ruandés de 1994 (v. Hotel Ruanda) lo aceleró todo, aunque la situación se gestaba desde hacía años. El Frente Patriótico Ruandés, apoyado por Uganda y Estados Unidos, combatía al Gobierno ruandés, financiado y armado por Francia y Bélgica. Este Gobierno llevaba a cabo una política que, ya en 1993, se consideraba genocida contra la población tutsi (sólo unos 300.000 muertos), pero el intento de exterminio sitemático de todos los tutsis en 1994, aceleró la victoria del FPR y el derrocamiento del gobierno genocida. Los miembros de dicho Gobierno y sus fuerzas armadas, fueron salvadas in extremis por la intervención del Ejército Francés, que, con la excusa de acabar con el genocidio, consiguió poner a buen recaudo a los instigadores y ejecutores principales del mismo en el vecino Zaire.

El resultado es conocido: 800.000 muertos más en dos meses. No obstante, en seguida se inició la maniobra de la confusión, inundando los telediarios con imágenes de los campos de refugiados en Zaire, como si las víctimas hubieran sido los genocidas. Fue el auge de las ONG, paseándose entre la desolación con sus 4x4 blancos con aire acondicionado y clamando contra el nuevo gobierno ruandés, que no tenía entonces ni máquinas de escribir, y cuyo pecado principal era ser angloparlante y recibir el apoyo norteamericano. De hecho, la Iglesia católica, y en especial los misioneros combonianos, muy implantados en Zaire y Uganda, iniciaron una campaña de negación del genocidio, achacando todos los males al FPR (otro de cuyos pecados era ser mayoritariamente protestante, al contrario que el anterior gobierno genocida, católico y apoyado por la Iglesia, muchos de cuyos pastores nativos participaron por activa o por pasiva en las matanzas, cosa que había que tapar a cualquier precio) Sigue sin conocerse el destino de los fondos procedentes de la ayuda internacional para dos millones y medio de refugiados hutus en Zaire, cuando acabó comprobándose que no pasaron de 700.000 (que ya está bien). El hecho es que Ruanda fue el primer país del mundo donde la Cruz Roja se dedicó a financiar la constrrucción de cárceles; lo que da una idea de la situación. El caso es que, el nuevo gobierno del FPR, en lugar de dedicarse a una venganza masiva e indiscriminada, como era lo habitual, se empeñó por alguna misteriosa razón en juzgar a los genocidas. Como en el genocidio se habían cargado a casi todos los jueces y abogados disponibles, la cosa se puso jodida.

Desde los campos de refugiados en Zaire, los restos del antiguo ejército ruandés, formaron los grupos conocidos por interhawe, que iniciaron una guerra de guerrillas extraordinariamente sanguinaria contra las poblaciones ruandesas cercanas a la frontera. El Gobierno ruandés del FPR, comenzó a armar y encuadrar a los banyamulenge, tutsis del Zaire (Hasta fines del s.XIX, en que se la repartieron entre Bélgica y Alemania, Ruanda abarcaba lo que hoy es Ruanda, Burundi, parte de Uganda y parte del este de Zaire-RDCongo). Como eso no fue suficiente, el ejército ruandés del FPR (Convertido gracias al entrenamiento de las Special Forces y al armamento de que fue generosamente provisto en el ejército más eficaz de la región) atacó a los interhawe en el interior del Zaire, entrando en conflicto directo con el Ejército zaireño y llegando a la guerra abierta, con el apoyo de Uganda, (cuyo presidente Museveni era amigo personal de Kagame y quien había acogido al FPR durante la guerra civil ruandesa; de hecho, Kagame había sido jefe del Estado Mayor del Ejército ugandés), y de Burundi, que también tenía que vérselas con rebeldes hutu, tan sanguinarios y tan bien vistos por la Iglesia como los interhawe.

El resultado es conocido: En 1997, Mobutu, el dictador que gobernaba Zaire desde 1964 como una propiedad particular, con el beneplácito de todo el mundo (Lo que hoy conocemos por comunidad internacional) cayó y tuvo que exiliarse. Una lástima, porque en medio de la selva se había hecho un palacio formato Versalles, con aeropuerto propio, y su señora pedía que le mandaran un Concorde que la llevaba a París de compras y volvía en el día, la mujer. En su lugar, Kagame y Museveni (o más bien los Estados Unidos) pusieron a Laurent Desirée Kabila, antiguo compañero de armas del Che Guevara que vegetaba por ahí esperando que llegara su momento (o sin esperarlo, porque ya el Che en los 60 lo ponía a parir por lo vago que era) Zaire, tras la huida de Mobutu, cambió su nombre por el de República del Congo.

Se generalizó una guerra con diversos cambios de bando, en la que participaron directamente, aparte de los ya dichos, Zimbawe, Namibia, Angola y ¡Chad!, con intervenciones de Sudáfrica, en plan potencia regional para poner paces. También vino muy bien por la cosa de los mercenarios. Ahí se estrenaron en el oficio, aparte de los de siempre, rusos, ucranianos y serbios, incluso con aviación.

El objetivo primero de la guerra era la defensa de las fronteras de Uganda, Ruanda y Burundi contra las incursiones desde territorio zaireño. Pero en seguida se vio que el control del Este del Congo para explotar sus recursos era el otro objetivo. Los bandos no fueron muy estrictos. Kabila acabó enfrentándose con sus antiguos aliados, que no se iban del Congo, y acabó siendo asesinado supuestamente por agentes ruandeses, sucediéndole, con impecabilidad democrática, su hijo, que estaba muy tranquilo en Tanzania hasta que empezó todo esto y que es el actual presidente y que seguirá siéndolo, visto como van las cosas, salvo que recomience la guerra civil.

Los legionarios españoles que anteayer tuvieron que sacar a tiros de la residencia de Bemba (el hasta ayer guerrillero enemigo de Kabila, candidato a presidente y aliado de Ruanda) en Kinshasha a los embajadores de los países miembros del Consejo de Seguridad, forman parte del último acto de esa guerra por el control de los recursos que ha costado cuatro millones de muertos. Para este último acto, me remito a la prensa reciente.

En 1999 se puso fin oficialmente (aunque nada más lejano de la realidad) a la guerra, con un reparto provisional de la zona entre ambos bandos. Obviamente, no sirvió de mucho. el último acuerdo de paz es de 2002. Veremos en qué acaba todo esto.

Se crearon diversas empresas mixtas ad hoc, como la SOMIGL (Sociedad Minera de los Grandes Lagos) integrada por la Africom (Belga), la Promeco (ruandesa) y la Cogecom (Sudafricana). De hecho, las Fuerzas Armadas ruandesas son las que de momento controlan la comercialización del coltan, realizando el transporte con sus propios medios orgánicos (que para eso se los han facilitado) Antes de su exportación, el mineral es tratado en Kigali en las instalaciones de la Somirwa (Sociedad Minera de Ruanda) En la zona controlada por Uganda, los socios son más bien rusos y kazajos. Según informes de Naciones Unidas, una de las personas claves en el tráfico era la hija del presidente Kazajo, Nursultan Nazarbaiev, a través de sociedades mixtas belgas y Ulba, la empresa kazaja de refinado de uranio, coltan y otros minerales estratégicos.

Desde entonces, se inició el círculo habitual: aviones occidentales de carga llegando al aeropuerto de Kigali cargados de armas y despegando cargados de, entre otras cosas, el preciado coltan. La principal compañía que se dedica a esto es Sabena (Belga) filial de American Airlines.

Las diversas empresas financian a través de sus filiales locales a las diversas fuerzas en presencia. Por ejemplo: Eagle Wings Resources (EWR) es una joint-venture entre Trinitrech (USA) y Chemi Pharmacie Holland (holandesa). El representante local de EWR en Kigali es (o era hasta hace poco) Alfred Rwigema, cuñado del presidente Kagame.

El coltan se envía principalmente a Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Kazajstan. La empresa Starck produce la mitad del tantalio en polvo a nivel mundial. Starck es filial de Bayer. Una de las principales entidades bancarias que financia todo este movimiento es el Banco de Comercio, Desarrollo e Industria (BCDI), que es filial no reconocida de CITIBANK en la zona.

De las condiciones de trabajo de los mineros, mejor ni hablamos. Ni de los pobres gorilas, si es que a estas alturas queda alguno en el Congo.

¿Por qué Canarias se desborda?


La oleada veraniega de subsaharianos que llega a Canarias (los que tienen suerte) o se ahogan por el camino, está desbordando todas las previsiones. Por lo menos, las últimas manifestaciones del Gobierno canario son más humanitarias que electoralistas y últimamente no se achaca todo a las "mafias que trafican con seres humanos", argumento inexplicable para hacer del tema una cuestión policial y tranquilizar inexplicablemente la conciencia de cierta gente.

Me limitaré a transcribir una conversación de hace unos años que usé para un guión inédito (por desgracia, porque, si no fuera inédito, me habría tomado un año sabático). Lo del padre blanco de Valladolid, me lo contó él mismo.

En esta guerra han muerto casi cuatro millones de personas, pero a nadie le interesa, porque son negros y sale barato. (¿o salía barato?)


18. HABITACIÓN DE HOTEL. INTERIOR. TARDE.

TRISTAN y otro tipo, que resulta ser HAROLD, el inglés de la Compañía, sentados en sendas butacas, encima de una mesita están todos los benjamines del minibar, vacíos por supuesto, y se están bebiendo una botella de champán que ha traido el servicio de habitaciones. HAROLD habla con fuerte acento inglés. Está bastante borracho y le notamos un deje gay.
HAROLD:

Lo que te cuento, corazón. Ya hay tal lío que nadie sabe qué va a pasar. Yo, cuando comenzaron a pelearse los ruandeses y los ugandeses, me perdí, te lo juro. Vale que tenían que acabar con los interhawe y proteger la frontera después de que los hijoputas de los franceses los sacaran de ahí... Pero, claro, la pasta...
TRISTAN:

Hombre, vuelven a las fronteras del gran Ruanda...

HAROLD:

(sonríe) Tú eres un romántico austrohúngaro. Y una leche, lo que hacen es forrarse. Así que, por ejemplo, los de Zimbawe... pues también querían su parte...

TRISTAN le sirve más champán.

HAROLD:
¿No pretenderás emborracharme? Tranquilo, que ya me apaño yo. Bueno, pues lo que cuento: Esos ya son la hostia... Se dedican a robarlo todo y a violar a todas las niñas y todos tienen sida... Es asqueroso. Y ya no les vale con cortarles les manos a la gente, qué va: a los guerrilleros les ha dado otra vez por comerse el hígado de los enemigos... Estuve en una aldea para ver lo que había y contárselo a los jefes y... Bueno. De verdad, nunca había visto una carnicería igual. Y mira que he visto carnicerías...

TRISTAN:

Pero, ¿se van de ahí o no se van?

HAROLD:

Una mierda se van a ir... ¿Te enteraste de ese misionero que se cargaron? En la frontera de Ruanda... Es raro que los negros de allí maten misioneros blancos, ¿eh? Pues un padre blanco que lleva ahí como treinta años -de Valladolid, por cierto- me dijo que él vio a quienes lo hicieron, y que aún sabe distinguir a un hutu de un tío del Bronx, así que eran Special Forces. Lo del oro y los diamantes y tal ya no... lo importante ahora es la mierda esa que sirve para hacer los móviles.

TRISTAN:

El Coltan.


HAROLD:


Eso, el puto coltan, Pues ahí nos tienes, pegándonos con los putos yanquis por las putas minas, pero como sólo mueren putos negros... ya ves, sale barato... (se sirve otra copa de champán) Y aquí, todos los críos mandando mensajitos por el puto móvil sin saber la de muertos que cuesta eso... (parece recordar la pregunta de repente) No. No se van. Acaban de llegar refuerzos y se están dando pero bien. Cuando yo salí de Goma hace dos días, nos dispararon al avión y casi nos joden.

19/8/06

España se va tomal pol culo


En efecto. Es triste para mí darle la razón a Acebes, pero está resultando ser cierto. Cuando uno de los más firmes bastiones de la Patria también traiciona a las más sagradas esencias... Ya no sabe uno qué pensar. Manolo, nuestro Manolo, va y resulta que tiene Águila en el bar. Vale. No tiene Mahou. Todos en Clientes Habituales Sin Fronteras (un proyecto serio de ayuda al desarrollo) sabemos que los preventas se ponen a veces algo prepotentes. Pero... ¿Aguila? ¿No hay más cervezas en Ejpaña? Por Dió por Dió... Nos acercamos al fin, os lo digo yo.

14/8/06

Más sobre intoxicación y propaganda


El tío Joe, FDR y el viejo Winston posan para la Historia en el porche de la embajada soviética en Teherán.

Sobre la intoxicación (Más)
Hoy comentaremos dos métodos más de intoxicar:
a) Parte de una verdad= una mentira.
b) Ante la evidencia de una fuente incontrovertible decir que Ellos la han falsificado.

Pongo dos ejemplos. Tal vez no muy interesantes como tales pero sí representativos del método:

Hermann Tertsch, de El País. Un tipo que, con lo que ha sido, parece que se ha ido del todo. Yo preferiría creer que, harto de luchar contra molinos de viento, decidió aceptar que le paguen por defender posiciones neocon radicales; pero creo que se le ha ido la pinza y anda por ahí defendiendo cruzadas contra la morisma y tachando de estalinista a cualquiera que disienta de Bush y sus muchachos o que insinúe que el Gobierno israelí exagera un poco.

Sólo un ejemplo: uno de sus ídolos (últimamente, no sé por qué, está muy de moda) es Sir Winston Spencer Churchill en su avatar de puro, sombrero y subfusil Thompson de tambor. Hace un par de meses (como esto es la barra de un bar, me da fatiga buscar la fecha exacta) poniendo a parir a rojos y compañeros de viaje, citaba la Historia de la Segunda Guerra Mundial, del mismo Churchill. Un libro inmenso que merece la pena, desde luego. Lamentablemente, yo me lo he leído tres veces de cabo a rabo. Un vicio que tengo que a mi tabernero le hace mucha gracia.

El episiodio de cuando estaban reunidos en la conferencia de Teherán, él, Stalin y Roosevelt, repartiéndose el mundo provisionalmente, y hablando de qué hacer con Alemania, Stalin dijo que, como primera providencia, había que fusilar a cincuenta mil militares alemanes y jerarcas nazis. Churchill saltó indignado, diciendo que el honor del Gobierno de Su Majestad no podía permitir eso y que el Pueblo de Britania no lo consentiría. Roosevelt (el compañero de viaje, supongo) dijo que entonces, bueno, que podían fusilar solo 49.999. Lo que fue entusiásticamente jaleado por el hijo de Roosevelt, que acababa de entrar. Churchill se levantó de la mesa indignado y se marchó.

Hasta ahí la columna. Pero si uno va a las memorias del viejo Churchill, la cosa sigue: Para empezar, todo esto ocurría después de comer, con la cosa de los brindis (y ya se sabe cuánto brindaban Churchill y Stalin) y, según Churchill salió indignado, Stalin y Molotov salieron detrás de él, le cogieron del brazo riéndose y le dijeron que joder, que no se cabreara, que era una broma, y el viejo León volvió a la mesa. Hay que decir que, a la vista de lo que tenía ya contado WSC sobre sus relaciones con Stalin y Molotov, puede uno hasta creerse que de verdad fuera una broma. (lo que no quita que tuvieran ganas de hacerlo)

Eso, por lo que respecta a las memorias. Pero lo que tampoco dice el pillín del amigo Hermann, es que Churchill, oficialmente, era absolutamente partidario de hacer listas (bueno, de hecho, las listas se hicieron) de cargos alemanes, incluyendo generales y tal, y dar orden a las tropas aliadas de que, según les reconocieran de modo más o menos concluyente, los fusilaran en menos de seis horas, sin más. De eso, el que resultó no ser partidario a la hora de la verdad, era Roosevelt. (Public Record Office, PREM -Documentos del Primer Ministro-, 4/100/10, nota del Primer Ministro, 10 de noviembre de 1943). En resumidas cuentas, que no queda tan claro que Churchil fuera el bueno, Stalin el malo y Roosevelt el compañero de viaje)

b) Otro ejemplo que últimamente está muy de moda en las webs neocon españolas e incluso en las fachas tradicionales es el del asesinato de Calvo Sotelo. La versión oficial, que, una vez más, es la que me enseñaban a mí en el colegio, es que - después de un valiente discurso en Las Cortes, en el que Calvo Sotelo había defendido heróicamente la Unidad de España y tal ante la horda marxista sedienta de sangre- (estos eran los términos de entonces y vuelven) La Pasionaria lo condenó a muerte diciendo: "este hombre ha hablado por última vez", y que el heróico prócer respondió comedido aquello de "señora, mis espaldas son anchas, etc.".

Bueno: pues resulta que en el Diario de sesiones de las Cortes no hay ni rastro de eso. Lo que sí está claro es que su discurso (para ser publicado al día siguiente en ABC) llamaba al golpe de Estado. Desde luego, La Pasionaria no dijo lo de la última vez. Y lo de las espaldas anchas, Calvo Sotelo, que era un especialista en poner en boca de otros lo que él quería, se lo dijo todo solito y, además, a Casares Quiroga, no a La Pasionaria. (V. Diario de sesiones de 17 de junio de 1936, al alcance de cualquiera que lo quiera consultar. Lo que, por cierto, es muy ilustrativo, es comparar el discurso de C.S. con el de la Pasionaria)

Respuesta de los bloggers neocon: El diario de sesiones de las Cortes fue falsificado. Ya. ¿Por quién? y, sobre todo, ¿cuándo? Porque resulta sorprendente que durante 40 años de régimen franquista a nadie se le ocurriera desfacer el entuerto y, si la falsificación fue obra de Felipe González o de Zapatero, ¿Cómo es posible que los historiadores que escribieron en tiempos de Franco lo citen tal como está hoy día? Bueno, pues así se argumenta, y todos esos jovencitos a los que me refería el otro día en términos poco entusiastas, no sólo creen, sino que difunden.

Así estamos.
Ejemplos anteriores:

Cómo se comporta un samurai con la parienta




Así lo explicaba Daidoji Yuzan en su manual para samurais en mil quinientos y pico:

Si un samurai encuentra cosas en su esposa que no le complacen, la amonesta para que esté de acuerdo con él mediante argumentos razonables, aunque en las cosas nimias está bien que sea indulgente y paciente con ella. Pero si la mala disposición de ésta es permanente y él considera que ella ya no le sirve, puede divorciarse y enviarla a casa de sus padres en circunstancias excepcionales. Pero si no lo hace y la conserva como esposa, de forma que la gente se dirige a ella mediante los títulos respetuosos de okusama y kamisama, y después le grita y le insulta con toda clase de expresiones abusivas, se está comportando de una forma que puede ser adecuada para los mercenarios y los sirvientes que viven en las callejuelas del barrio de los vendedores, pero ciertamente no es adecuada para un samurai, que es un caballero. Mucho menos es apropiado para éste llevar la mano a su espada o amenazar a su esposa con el puño cerrado, algo ultrajante que sólo un samurai cobarde pensaría en hacer. Porque una niña nacida en la casa de un guerrero y que tiene edad para ser casada nunca toleraría por un momento, si fuera hombre, ser tratada a puñetazos por nadie. Es sólo porque ha nacido desgraciadamente mujer por lo que tiene que verter lágrimas y soportarlo. Y actuar de una manera tiránica hacia alguien que es más débil que uno es algo que un valiente samurai nunca hace. Y al que le gusta y hace lo que un hombre valiente odia y evita puede calificarse justamente de cobarde.

Hombre, hoy no es que sea muy propio, pero en la época era bastante mejor que lo que se escribía por aquí. Incluso bastante después. Más que nada, lo pongo para que las chicas se mosqueen.

11/8/06

Sobre la memoria y tal...

Ahora, dado lo avanzado de la hora y aparte de ligeramente embriagado, me encuentro ligeramente sublime. He tenido el privilegio de estar esta noche en la Plaza Mayor de Madrid en el concierto de West-Eastern Divan, la orquesta fundada por Daniel Baremboim con jóvenes músicos israelíes, palestinos y españoles (ya sabéis: la fundación que montaron Baremboim y Edward Said, que en gloria esté)

Jamás en mi puñetera vida pensé que la Plaza Mayor pudiera llenarse hasta los topes (de no poder dar un paso) para escuchar la novena del viejo Ludwig van. Para más simbolismo, el coro (Froh! Froh! Wie seine sonnen, seine sonnen fliegen durch des himmels... etc., etc.: justito cuando atacaban los del Das Pippi Langstrumpf, PP Borodin) era el Orfeón donostiarra. De hecho, la gente estaba tan motivada que, justo antes de eso, el allegro asai alla marcia, han prorrumpido en aplausos. Sorprendente. No creo que sea frecuente que se interrumpa una sinfonía a medio movimiento aplaudiendo. Dado el sitio y las formas, no he podido evitar un ¡Joder, coño! digno de cualquier escritor de cartas al Dominical de El País. Pero mi amiga Julia me ha dado la clave: "Tío: es que les gusta".
O sea: que la humanidad tal vez tiene un futuro.

Eso sí que es trabajar por la paz. A largo plazo. Pero de verdad. Al final, han salido tranquilamente por las callejas que salen de la plaza, Baremboim ha pasado a mi lado, y los músicos (todos veinteañeros) también, con traje de etiqueta, pero con la pajarita quitada y las chicas con traje largo, negro, (las vascas, blanco) y zapatillas de deporte: ver a un joven palestino del brazo de un joven israelí hablando de música por la calle en Madrid me ha alegrado el alma (si es que tal cosa existe) Por un instante (fugaz instante) he pensado que este puto mundo tiene arreglo. He participado un momento en algo que demuestra que la civilización -la mía- existe.
Bueno, y -lo siento colegas- ahora, lo que os tenía preparado; porque lo del concierto, aunque hacía quince días que lo había pensado, no estaba claro:
Sobre la actual polémica artificial en torno a la así llamada "memoria histórica". Es curioso, ya que en mi modesta experiencia, dicha memoria histórica tiene una duración de una semana (aprox.) Claro, que cada cual es muy dueño de inventarse su memoria.

He aquí parte de mi tradición familiar:
Mi abuelo materno estuvo en el bando rojo y mi abuelo paterno en el nacional. (Estos eran los términos vigentes durante la época de mi impronting) Mi abuelo materno era militar de carrera y permaneció, como hoy se dice pomposamente, leal a la legalidad republicana. Mi abuelo paterno era ferretero acomodado (casado con mi abuela, cuya familia tenía un cerro pasta) y entró en la Falange al empezar la guerra. Además, le delata la foto de uniforme con gorro de borla de antes de la Unificación.

Ni mi abuelo materno era republicano, ni mi abuelo paterno era falangista. Ambos dos se vieron envueltos por las circunstancias al empezar la guerra y obraron por instinto de supervivencia. Y debían tener un instinto adecuado, ya que ambos dos murieron bastante viejos en tiempos de Felipe.

Durante los primeros meses de la guerra, la actuación militar de mi abuelo materno se centró -básicamente- en conseguir no ser fusilado. Incluso hay una jugosa anécdota familiar de cómo se autoascendió a capitán para no resultar sospechoso: por lo visto, a los militares leales, se les ascendía, ya que no había muchos vivos y -cosas de la burocracia en tiempos de crisis- se les había olvidado ascender a mi abuelo, el cual, ni corto ni perezoso, se apropió de la gorra y la guerrera de un capitán que no había sido leal y, claro, ya no estaba lo suficientemente vivo como para poderlas reclamar. Es que, lo de no haber sido ascendido, causaba en el 36 muy mala impresión a los milicianos y cabía la posibilidad de que te llevaran a dar un paseo. Eran tiempos de improvisación.

En igual período, mi abuelo paterno consiguió evitar desde su carguillo en la Falange el fusilamiento de un par de convecinos que por lo visto eran rojos y, por consiguiente, bastante fusilables. No era nada raro. Por lo visto el hombre, que era más bien tímido, se debió dar cuenta de que el uniforme y la pistola daban mucho prestigio y podías hacer cosas que nunca se te habrían ocurrido: la gente pensaba. Si este señor, que es un mando de Falange, lo dice, por algo será.

El que con el tiempo sería mi padrino, íntimo amigo de mi abuelo materno, también era militar de carrera y también "leal". Era piloto de caza y una de sus primeras acciones de guerra fue despistarse en una salida, aterrizar en Burgos (zona nacional), presentarse, hacer profesión de fe inquebrantable en el Glorioso Alzamiento Nacional y decir que no se quedaba, que ya le gustaría, pero el caso es que su señora (mi futura madrina) estaba en zona roja y, ya se sabe, que le podía pasar cualquier cosa. Tomaron nota: "no se preocupe, teniente". Esto no era un intento de nadar y guardar la ropa, porque tenía apellidos compuestos la mar de aristocráticos y era muy monárquico.

Sólo el marido de la hermana de mi abuela materna, también militar de carrera (para variar) y amigo de los anteriores, estaba motivado porque era más bien comunista.

El caso es que la guerra fue poniendo las cosas en su sitio. Mi abuelo paterno pasó la guerra apaciblemente en su casa o cerca (salvo aventurillas ocasionales, como la muy mentada escolta de un transporte de dinamita porque no había personal disponible, que el pobre pasó un miedo que no veas, porque se enteró de cuál era la carga después de que un caza rojo les ametrallara un poco, aunque no les dio, porque los rojos tenían muy mala puntería, ya se sabe; que, para piloto, García Morato, etc.), llevando las cuentas de la Falange de su demarcación, mientras parte del Estado Mayor de la División "Flechas Negras" (creo que era) se alojaba en casa de mi bisabuelo, un simpático comandante italiano dedicaba sus ratos de ocio a enseñar a tirar con pistola a mi padre (que -flecha a la sazón- tenía 8 años) y mi bisabuela hacía andar con pantuflas por la casa a los ordenanzas italianos porque, con las botazas claveteadas, le rayaban el suelo. Al parecer era muy cómico y sumamente celebrado en el pueblo. Obviamente, mi padre recuerda los años de la guerra como los más divertidos (sic) de su vida.

La guerra puso las cosas en su sitio: mi abuelo materno y mi padrino aparcaron sus convicciones monárquicas que, al fin y al cabo, eran cosas de familia, y se hicieron "leales" de verdad. No hay nada como que te bombardeen para saber quién es tu enemigo. Mi abuelo acabó siendo responsable de suministros en Madrid (era de Intendencia) y, en los últimos tiempos, llevaba una escolta de milicianos de la CNT que, según él, eran los únicos de confianza. Su foto con mono, la galleta de comandante, pistolón y gorrillo cuartelero, contrasta vívidamente con la foto épica del alférez adolescente a caballo en Marruecos con el Rif al fondo, ros y sable al cinto.

En cuanto a mi padrino, por lo visto hasta derribó algún avión enemigo. Una vez que estaba expansivo cuando yo tenía ocho años o así -porque no solía hablar mucho de estas cosas- me estaba contando con pelos y señales un combate aéreo en el cual habría derribado un bombardero italiano Savoia que volvía de alegrar el día a los madrileños/as, pero se calló en seguida al aparecer mi madrina con la comida. Una pena, porque hacía esas cosas con las manos figurando aviones que hacen los aviadores para contar sus batallitas.

La guerra terminó, cautivo y desarmado el Ejército rojo. Poco antes, mi abuelo materno se libró por los pelos de que los del PC se lo cargaran cuando lo de Casado (de ahí su escolta de anarquistas) porque, por lo visto, no entregaba los suministros sin órdenes en regla y se suponía que los comunistas se acababan de sublevar contra la República. Y todos acabaron en su correspondiente campo de concentración. Por lo visto, mi padrino y mi tío consorte , condenados a muerte. Uno, por piloto de caza, y el otro, por comunista (militar "leal" y comunista; doblemente traidor). Mi abuelo, se libró de la condena a muerte, porque su hermano mayor (también militar de carrera, como todos) estaba en el otro lado y tenía influencias. A mi padrino y a mi tío consorte también acabaron soltándolos al cabo del tiempo, pero después. Evidentemente, a todos los echaron ignominiosamente del Ejército y, la verdad, les costó un huevo buscarse la vida. Pero lo consiguieron. Aunque a mi tío consorte (el comunista) al parecer lo torturó bastante el famoso comisario Conesa, que, a pesar de lo de Oriol y Villaescusa en el 77, en mi familia nunca estuvo bien visto.

Creo que la última vez que tuvieron problemas fue a principios de los setenta, que hicieron una comida de compañeros que habían hecho la guerra juntos, ya más bien mayores, y la Brigada político-social se presentó en el restaurante y se los llevó palante a todos, no fueran a conspirar contra el Régimen. Y, si no, a ver qué hacían comiendo todos juntos, a su edad. Pero, bueno, los soltaron pronto, aunque ya no estaban para aventuras y no les hizo ni puñetera gracia la cosa. Mi abuelo, esta vez, se libró porque estaba pachucho y no había ido. Además, tenía un buen curro en Butano.

Bueno: una historia como tantas (con demasiado militar de carrera leal, lo confieso) Creo que la primera vez que ví llorar a mi abuelo materno fue cuando llegó la democracia ésta que tenemos ahora, los rehabilitaron a todos, les reconocieron el grado de Coronel, y se puso , por primera vez desde 1939, el uniforme del Ejército español (que le habían prestado para hacerse la foto del carnet)

Curiosamente, todas las mujeres de los personajes, siguieron siendo muy de derechas durante todo el proceso y, más o menos, llevaron a sus hombres por el camino recto en lugar de tantas tonterías como habían estado haciendo.

Tonterías que continuó mi tío Nano, el hermano pequeño de mi abuelo materno (y, por lo demás, excelente persona) que, cuando mi abuelo estaba preso, se piró ni más ni menos que a la División Azul (250 de la Wehrmacht), estuvo en Krasny Bor, donde se llevó un bayonetazo y un casco de metralla en la cabeza y, desde entonces -por alguna extraña razón- pues como que siempre le cayeron muy bien los rusos; cosa ésta que, no sé por qué, les pasaba a casi todos los ex-divisionarios que he conocido: que, con el tiempo, les caían mejor los rusos que los alemanes.

En resumen y a lo que iba antes de enrollarme: que la historia de desenterrar tiempos pretéritos con intenciones de política actual, me parece improcedente. A estas alturas, la guerra civil y el franquismo son territorio de los historiadores (de los de verdad). Lo que pasa es que los que se consideran herederos de unos, han convertido la República (que, en su mayor parte, estuvo gobernada por los fascistas y cuando perdieron las elecciones montaron el 18 de julio) en una especie de Arcadia Feliz que nunca, por lo demás, fue (aunque -bien- pudiera o pudiese haber sido) Los herederos de los otros, se han dedicado a reeditar la propaganda franquista, a publicar libros de "historia" a velocidad vertiginosa y a contar en tertulias la misma historia con la que me adoctrinaban a mí en clase de F.E.N. (Esto del FEN, lo digo por impresionar: en Historia, desde pequeño, o lo que te contaban en casa o en cualquier lado: no había otra Historia)

Lo que yo opino es: que les den a todos, ya que el tiempo pasa y "el enemigo natural del político es el historiador".

Puestos a desenterrar, podíamos desenterrar tiempos más recientes. Cosas tan pintorescas como: a quién financiaba: a) Mas Canosa, el de Miami, o b) Gadafi en los 70-80, que mira que están cerca. Oye, los de Miami incluso en los 90 seguían con esa afición tan suya a soltar pasta a según quién...

3/8/06

Este es el mundo en que vivimos I

Revoloteo de blog en blog, saltando de link en link. Y llevo un tiempo descubriendo, lo que incrementa mi íntima desazón, que la práctica totalidad de los que encuentro que dicen algo inteligente son de gente que ronda los 20 y que se dedican más bien a la literatura (algunos -más bien algunas- con notable acierto).

Los que se dedican a hablar de otras cosas, acostumbran ser niñatos soplapollas de empresariales, fieles seguidores de la escuela neocon, cuyo gurú es Jiménez Losantos (cuando no el mismísimo Urdaci, que, por cierto, también tiene su blog. Lógicamente, tras cumplir su misión de presentar al actual útero sucesorio, consiente los comentarios viscerales, que no sirven sino para cimentar la creencia de los acólitos de la verdadera fe en la realidad de la conjura social-masónica-zapateril)

Por otra parte, me parece bien. Yo, a día de hoy, sólo pienso que follar es bastante divertido (si te lo tomas con calma y cierto método, eso sí, y no es demasiado tarde y estás demasiado borracho como para ser incapaz de rendir aceptablemente; aunque mientras haya lengua hay esperanza) y que la primera causa de divorcios es el matrimonio.

Por lo menos, el que la gente escriba bien es garantía de que no es en absoluto imbécil. Y, a lo mejor, simplemente, se han dado cuenta a tiempo de que no hay motivo alguno para dejarse la piel recibiendo hostias por cuenta de los que te van a estafar, de los que te están estafando mientras las hostias te las llevas tú: de los que cobran dietas del Partido mientras a tí te arrancan las uñas con alicates en un sótano y luego van a encargar a los que te las arrancaban que te peguen un tiro antes de que cuentes algo inadecuado. Sobre la financiación del Partido, por ejemplo (Conste que yo conservo todas mis uñas, salvo el hecho de haber perdido dos veces la del dedo gordo del pie derecho pegando patadas al hielo con el crampón mal puesto, o abriendo huella. Pero me volvió a salir)

Cuando se publicó El Señor de los Anillos (hoy sumamente desacreditado) en español, yo lo descubrí y, como con la peli, tuve que esperar, al terminar el primer tomo, a que Edhasa publicara el segundo, y luego el tercero. Y cuando la peli del Bakhsi (o como se escriba) me sentí estafado, a los 19 o 20 años de mi edad... Pero aún recuerdo cuando entendí por qué no había que usar el Anillo, sino que había que destruirlo. Si usas el anillo, si crees (como suele pasarle a casi todo aquél que tiene contacto con él) que puedes usarlo para buenos fines, acabas como Bono (no el de Seseña: el otro) o como Geldof, por ejemplo. Digo éstos porque están de moda en la blogosfera. O como mi personaje histórico predilecto, Lawrence de Arabia: en la RAF y hostiado con la moto por no llevarse por delante a unos ciclistas domingueros de esos que van por la carretera como si fuera suya. Jeje.

La ventaja de la actual generación de escritores, aparte de internet que nos permite conocernos, es que desde pequeños ya saben que no se van a colocar, salvo con costo (y, mucho menos, salvar a la Patria. Obviamente. Además, ya saben que eso no interesa lo más mínimo, por lo menos a ellos y a su circunstancia), que invertir en el futuro es una gilipollez. Saben a tiempo lo que yo -que soy tan listo, mira tú por dónde- debiera haber sabido a tiempo.

Seguid escribiendo, chicos. Y seguid follando: aunque vosotros ya no os reproduzcáis, por lo menos lo pasáis bien. Carpe diem, porque es obvio que alea iacta est.

1/8/06

Discutiendo sobre vascos


Nota ante: Flipo. La gente busca en google esto:
http://www.google.com.mx/search?q=yguerra%20de%20israel%20y%20libano&btnG=B%C3%BAsqueda&hl=es Y, ¿quién creéis que sale el primero? Cecilia_lisbon, hija, más vale que te des prisa, antes de que cumpla mi objetivo de convertirme en referente mediático. Jejeje.
A lo que íbamos. La otra noche tuvimos una de esas discusiones estupendas en la barra física, que van mejorando a medida que Arturo hace caja y Mahou comienza a tirar de las reservas, y como, mientras se alzaban las voces y empezaban los puñetazos en la barra, el típico listillo (te jodes) me retó a que le diera fuentes, pues aquí hay algunos de los textos citados en la discusión. Si se pone pesado, le diré en qué archivos están los originales. (sólo apto para fanáticos de remontarse al Imperio Sasánida)
Los textos siguientes, son de una de mis recopilaciones. Para no complicarnos, están casi todos tomados de García Gallo, "Manual de Historia del Derecho Español", T. II: "Antología de fuentes del antiguo Derecho", Los 41 a 46, de Rodríguez del Coro: "El Obispado de Vitoria durante el sexenio revolucionario"; los 48 y 56, de Díaz Plaja, "La preguerra civil en sus documentos". Sólo por tocar un poco las narices. Por cierto, el nº 47 es un bonito ejemplo de carta reclamando el impuesto revolucionario en la tercera guerra carlista:

1.
Ley concediendo la ciudadanía a unos caballeros hispanos (Ascoli 18 noviembre 89 a. de C.): [1] Cneo Pompeyo, hijo de Sexto, emperador, a causa de su valor hizo a los caballeros hispanos ciudadanos romanos en el campamento en Ascoli, el día 14 antes de las calendas de diciembre, según la ley Julia. Estuvieron en el consejo: ... [siguen sesenta nombres]
[2] Escuadrón Saluitano: ... [Zaragoza] Sanibelser Adingibas, [siguen 3 nombres] [3] Bagarensis: ... Cacususin Chadar f. [4] [...]cilicenses: [3 nombres incompletos] [5] Ilerdenses [Lleida] O. Otacilius Suisetarten f. [siguen 2 nombres] [6] Begensis: Turtumelis Atanscer f. [7] Segienses [ciudad de los vascones]: Sosinadem Sosinasae F.; Sosimilus Sosinasae f.; Urgidar Luspanar f.; Gurtarno Biurno f.; Elandus Enneges f.; Agisrnes Bennabels f.; Nalbeaden Agerdo f.; Arranes Arbiscar f.; Umargibas Luspangibas f. ... ...

3.
(Pamplona, a. 57 de C.) Siendo cónsules por segunda vez Nerón Claudio César Augusto Germánico y por octava Lucio Cesio Marcial, en los idus de diciembre. La ciudad Pompelonense renovó la hospitalidad con Lucio Pompeyo Primiano, hijo de Lucio, [de la tribu] Aniense, sus hijos y descendientes. Mediaron los legados Sexto Pompeyo Nepos, Sergio Crescens.

5.
Juan de Biclaro (h. 540-621) [7] a VII [574]. En esos días, el rey Leovigildo entrando en Cantabria extermina a los invasores de la provincia, ocupa Amaya, se apodera de sus bienes y vuelve la provincia a su mandato. ... ...
[12] a. XIII [581]. El rey Leovigildo ocupa parte de Vasconia y funda la ciudad que se llama Victoriaco [=Vitoria]. ... ...

7.
(SAMPIRO, Chronica (pios. del s. XI)
Alfonso [III], hijo de Ordoño [I] sucedió en el reino... ...
Al entrar en el reinado, teniendo catorce años de edad, cierto hijo de perdición, Fruela Lemúndez, vino de las partes de Galicia para buscar el reino que no se le debía. El rey Alfonso, al oír esto, huyó a las partes de Alava. Pero el nefando Fruela fué muerto por el Senado de Oviedo. Al oirlo, el rey volvió a lo suyo y fue recibido gratamente... ... Pero estando ocupado en estas cosas vino un mensajero de Alava, porque los corazones de éstos se habían hinchado contra el rey. Pero el rey, oyendo esto, dispuso ir alli. Con el terror de su llegada fueron compelidos e inmediatamente, reconociendo los derechos debidos, suplicantes le sometieron los cuellos prometiendo ser fieles a su reinado y dictado y hacer lo que se mandase. De este modo, obtenida Alava, la sometió al propio imperio. Mas a Gilón, que aparecía como conde de ellos, encadenado con hierros le llevó consigo a Oviedo... ... No mucho después, asoció a sí toda la Galia junto con Pamplona, por causa de parentesco, tomando mujer de su prosapia, llamada Jimena, sobrina del rey Carlos... ...
Por estos días, un hermano del rey llamado Fruela, según dicen, tratando la muerte del rey huyó a Castilla. Mas el rey don Alfonso, ayudado por Dios, le capturó y por tal motivo le sacó los ojos: y a estos hermanos, junto con Fruela, Vermudo y Odoario. Este Vermudo, cegado, salió ocultamente de Oviedo y vino a Astorga y durante siete años actuó tiránicamente teniendo a los árabes consigo; a una con éstos el ejército de los getas, lo envió a Graliar. Mas el rey Alfonso oyendo esto, marchó a su encuentro y los destruyó hasta el exterminio. Pero el ciego huyó a los sarracenos. Entonces domeñó el rey a Astorga junto con Ventosa; y a Coimbra, que estaba sitiada por los enemigos, la defendió y subyugó a su imperio. También cedieron a sus armas muchas ciudades de España.

9.
En la era de 993 [955] , muerto Ordoño, su hermano Sancho [I], hijo de Ramiro, tomó pacíficamente la cima de su reino. Pero en el mismo año, expulsado de su reino por cierta arte, por la conjuración del ejército, saliendo de León fue a Pamplona, y habiendo enviado mensajeros, de acuerdo con su tío materno el rey García [I], se le mandó ir al rey Abd al-rahman [III] de los cordobeses. Todos los magnates de su reino, habiendo tomado consejo con Fernando, el conde de los burgaleses, eligieron al rey Ordoño [IV] en el reino, hijo del rey Alfonso que había sido cegado con sus hermanos. Y el conde Fernando le dio a su hija, la mujer dejada por Ordoño [III] hijo de Ramiro. Pero al rey Sancho, como fuese muy obeso, le aplicaron los agarenos una hierba y le quitaron la obesidad de su vientre. Y vuelto a la originaria aptitud de ligereza, tomó consejo con los sarracenos sobre cómo volver al reino perdido, del que había sido arrojado. Saliendo con un ejército innumerable marchó a León por la noche y entró en Asturias y perdió el reino; lo que él perdió, Sancho lo tomó. Entrado en León domeñó todo el reino de sus padres.

18.
Fuero de la tierra de Ayala, dado por su señor Fernán Pérez de Ayala (antes de 1373): Por quanto la tierra e señorío de Ayala es antiguo, ca el señor la pobló e la aforó de los fueros que le paresció, por los quales siempre se governaron sin haver apelación para ante los reyes de Castilla; nin hay escrivano, nin demanda por escrito. Salvo que si el señor entendiere que en algunas cosas non hay buen fuero, el señor, ayuntada la tierra toda e los cinco alcaldes, pueden emendar los dichos fueros, e tirar un fuero e poner otro mejor. E los alcaldes, escogerlos la tierra e confirmarlos el señor si vee que son pertenescientes. E los fueros que Ayala há, son estos que siguen: ... ...

22.
Fernando del Pulgar, Crónica de los Reyes Católicos cap. 105. [En el año 1479] platicóse asimismo en el Consejo del Rey e de la Reina cómo se devían intitular; e como quiera que los votos de algunos de su Consejo eran que se intitulasen "Reyes e señores de España", pues subçediendo en aquellos Reinos del rey de Aragón eran señores de toda la mayor parte della, pero determinaron de lo no hazer, e intituláronse en todas sus cartas en esta manera: "Don Fernando e doña Isabel, por la graçia de Dios rey e reina de Castilla, de León, de Aragón, de Seçilia, de Toledo, de Valençia, de Galizia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córçega, de Murcia, de Jahén, del Algarbe, de Algezira, de Gibraltar, conde e condesa de Barçelona, señores de Vizcaya e de Molina, duques de Atenas e de Neopatria, condes de Rosellón e de Cerdania, marqueses de Oristán e de Goçiano".

24.
Carta patente de los Reyes Católicos al Juez de residencia de Guipúzcoa (a. 1491): Sepades que a Nos es fecha relación que en la Hermandad de la dicha provincia e villas e lugares de ella hay muchas leyes y privilegios contrarias unas a otras, las cuales son causa de que se fagan en ellas algunos desórdenes e aun agravios.
E porque cumple a nuestro servicio e al bien e pró común de la dicha provincia... ... vos mandamos: que luego que vos esta nuestra Carta fuere mostrada, cateis e hagais catar el arca de las escrituras de las Hermandades de la dicha provincia, e veais los Privilegios e Cartas que de Nos e de los Reyes de gloriosa memoria nuestros progenitores tienen, e saqueis relación de todos ellos, e por quién fueron otorgados e en qué tiempo e en qué data. E si algunos fueren de enmendar, los emendeis e corrijais juntamente con las personas que por cada una de las dichas villas para ello fueren diputadas. E así corregidos y enmendados enviadlos ante Nos al nuestro Consejo, para que en él se vea e sobre ello faga cumplimiento de justicia.

32.
Fuero de Vizcaya (a.1526) 36,3: [1] Otrosí dijeron. Que habían de Fuero y establecían por ley, que por quanto los vizcaínos son libertados y exentos y privilegiados de su Alteza... ... y por ser la tierra de trato, y la gente dada a pleito, y toda la tierra de ella troncal y privilegiada, y tal que casi todos sus pleitos se pueden determinar por este su Fuero; el cual es más de albedrío que de sotileza y rigor de Derecho; [2] y a los vizcaínos aprovecharía poco o nada si en Vizcaya o fuera de ella (así en el Consejo Real como en la Corte y Chancillería de su Alteza) no se hubiese de guardar el dicho Fuero a los vizcaínos; y si los jueces de Vizcaya o fuera de ella hubiesen de sentenciar en los pleitos y causa de ella contra el dicho Fuero, y no según el tenor de él, y se hubiesen de guiar en tales sentencias por otras leyes del reino o de Derecho común canónico o civil, u opiniones de doctores.
[3] Por ende, que ordenaban y ordenaron que ningún juez que resida en Vizcaya ni en la dicha Corte y Chancillería, ni en el Consejo real de su Alteza, ni en otro cualquiera, en los pleitos que ante ellos fueren de entre los vizcaínos sentencien, determinen ni libren por otras Leyes ni Ordenanzas algunas, salvo por las leyes de este Fuero de Vizcaya, los que por ellas se puedan determinar. [4] Y los que por ellas no se pudieren determinar, determinen por las Leyes del reino y Pragmáticas de su Alteza, con que las leyes de este Fuero de Vizcaya en la decisión de los pleitos de Vizcaya y Encartaciones siempre se prefieran a todas las otras Leyes y Pragmáticas del reino y del Derecho común. [5] Y que todo lo que en contrario se sentenciare y determinare o se proveyere, sea en sí ninguno y de ningún valor y efecto, y que aunque venga proveído y mandado de su Alteza por su Cédula y Provisión real, primera, ni segunda, ni tercera iusión, y más, sea obedecida y no cumplida, como cosa desaforada de la tierra. [6] Y el tal letrado y abogado que derechamente abogare contra ley alguna de este Fuero, caiga e incurra en pena de seiscientos maravedís por cada vez... ...

37.
Representación del Señorío de Vizcaya al rey Felipe III (12 mayo de 1601): Si V. Magestad quebranta nuestras libertades, nosotros quedamos obligados a defender nuestra muy querida y amada patria, hasta ver quemada y asolada esta Señoría y muertos mujeres e hijos y familia, y buscar quien nos ampare y trate bien. (ed. TRUEBA, en Bol. R. Academ. Esp. [1932] 380)

38.
Unión y Concordia entre las villas, ciudad y tierra llana del señorío de Vizcaya (11 septiembre 1630) 2: Que las villas y ciudad vengan a esta Unión en el estado en que se hallaban en sus gobiernos particulares gobernándose como hasta aquí con las mismas leyes. Y que si alguna de las dichas villas y ciudad quisiere dejar alguna ley de las que ha tenido y tomar otras de que usa el señorío, en Junta general haya las leyes que así pidieren, conformándose con las del Fuero.

40 b.
Ley de 25 octubre 1839.

Art. 1. Se confirman los fueros de las Provincias Vascongadas y Navarra, sin perjuicio de la unidad constitucional de la Monarquía.

Art. 2. El Gobierno, tan pronto como la oportunidad lo permita, y oyendo antes a las Provincias Vascongadas y a Navarra, propondrá a las Cortes la modificación indispensable que en los mencionados Fueros reclame el interés de las mismas, conciliado con el general de la Nación y de la Constitución de la Monarquía, resolviendo entre tanto provisionalmente, y en la forma y sentido expresados, las dudas y dificultades que puedan ofrecerse, dando de ello cuenta a las Cortes.

40.c
Ley paccionada de Navarra (16/08/1841)

Doña Isabel II por la gracia de Dios y por la Constitución de la Monarquía Española Reina de las Españas, y en su nombre don Baldomero Espartero, duque de la Victoria y de Morella, regente del reino, a todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: Que las Cortes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:
Art. 1º. El mando puramente militar estará en Navarra como en las demás provincias de la Monarquía a cargo de una autoridad superior nombrada por el Gobierno, y con las mismas atribuciones que los comandantes generales de las demás provincias, sin que nunca pueda tomar el título de virrey, ni las atribuciones que éstos han egercido.
Art 2º. La administración de justicia seguirá en Navarra con arreglo a su legislación especial en los mismos términos que en la actualidad, hasta que teniéndose en consideración las diversas leyes privativas de todas las provincias del reino, se formen los códigos generales que deban regir en la Monarquía.
Art 3º. La parte orgánica y de procedimientos será en todo conforme con lo establecido o que se establezca para los demás tribunales de la nación, sugetándose a las variaciones que el Gobierno estime convenientes en lo sucesivo. Pero siempre deberá conservarse la Audiencia en la capital de la provincia.
Art 4º. El Tribunal Supremo de Justicia tendrá sobre los tribunales de Navarra, y en los asuntos que en estos se ventilen, las mismas atribuciones y jurisdicción que ejerce sobre los demás del reino, según las leyes vigentes o que en adelante se establezcan.
... [Los atrs. siguientes determinan las particularidades en Navarra de los Ayuntamientos (5-7), Diputación foral (8-12), autoridad política (13), régimen de montes (14), servicio militar (15), régimen económico y financiero (16-22) y dotación de culto y clero (26)]...
Por tanto, mandamos a todos los tribunales, justicias, gefes, gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas de cualquiera clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente Ley en todas sus partes.

41.
Padre Tercero, Panegírico de San Prudencio (...) Predicado a la Junta General de Alava. Vitoria, 1845, 14.
Esta provincia, que por una serie no interrumpida de años y hasta de siglos ha gozado de una envidiable autonomía, o sea libertad de regirse por sus propias leyes; esta provincia, que gracias a esta misma libertad y a su régimen administrativo digno de ser imitado por todas las naciones del mundo, ha podido sostener una honrosa felicidad a que parece oponerse la esterilidad de su terreno; esta provincia, digo, sería desgraciada el día que manos extrañas y no prácticas se encargasen de su administración, fácil y comprensible tan sólo a los que a la sombra de sus fueros nacieran y se educaran.

43.
Diario de sesiones del Ayuntamiento de Azcoitia 30/05/1865.
Se leyó el memorial del presbítero D. Juan Manuel Zabal Inchaurreta, en el que suplica se le nombre conjurador de nubes del presente año, y el Ayuntamiento accedió a su solicitud.

44.
Semanario Católico Vasco-Navarro. 20/11/1868. Artículo contra el proyecto del Ministro de Gracia y Justicia sobre Libertad de culto
.
Protestamos contra las ideas, contra los sentimientos, contra las palabras, contra la totalidad del discurso que antecede.
Con todo el fervor de buenos católicos y con toda la altivez de la dignidad española ultrajada por un decreto del Sr. Romero Ortiz en que se concede autorización para la construcción de un templo protestante en Madrid, protestamos, protestamos, una, cien, mil veces protestamos contra aquella disposición radicalmente nula, absurdamente antiespañola.

45.
V. Manterola. A.C. (16/03/1870)

¡Ah!, mientras hubiese sobre la tierra un vascongado, abriendo su pecho descubriríais en lo más íntimo de su corazón un templo y un altar, un altar en que se quemara incienso, un templo en que se rindiera culto a sus fueros, porque los fueros son en las Provincias Vascongadas una especie de segunda religión, así como la augusta religión del Calvario es el primero de sus fueros, es su fuero trascendental.

46.
Nota del batallón del cura Santa Cruz al Alcalde de Cegama. (11/07/1873)

Dios, Patria, Rey
Ejército Real del Norte
Batallón del Señor
Santa Cruz
Sr. Alcalde de Cegama:
Inmediatamente que reciba Vd. la presente comunicación mandará Vd., bajo pena de la vida los operarios suficientes para que durante esta noche queden quemados y derribados hasta los cimientos los fortines de Otzaurte y del túnel grande. Le prevengo que no le remitiré nuevo aviso.
Dios guarde a Vd. ms.as.
Otzaurte 11 de julio de 1872.
Juan Bautista Elízegui
El jefe de la fuerza

47.
Comisión a guerra auxiliar de la Diputación de Alava. 1875.

Los verdaderos hijos de la antigua España hemos subido a la montaña como los antiguos Macabeos, y a imitación de aquellos héroes, hemos dicho a la revolución: "Aunque todas las gentes se prosternen a tus plantas y te den el incienso del miedo o de la adulación, ni nosotros, ni nuestros hijos, ni nuestros hermanos, te adoraremos. No es lícito ni decoroso el que abandonemos nuestras leyes patrias para seguir las importaciones extranjeras e infernales; mejor es morir, que vivir deshonrados en nuestras creencias y en nuestras costumbres (...). La Comisión apela al Catolicismo y al amor que Vd. profesa a la santa bandera que tremola en manos de nuestro muy amado Soberano, Rey Señor, D. Carlos VII (q. D.G.), en la confianza de que secundará sus deseos, pàra que, por esta vez, pague Vd. en calidad de reintegro la cantidad de ........................, en la inteligencia, de que si, lo que no es de esperar de Vd., no la entrega voluntariamente al comisionado D. ..................... se le exigirá forzosamente, incurriendo en la nota de desafecto a tantos santos principios, y por lo tanto sujeto a todas las medidas que contra los enemigos de la bandera de Dios, Patria, Rey y Fueros se tomare.

48.
Decreto del Directorio Militar de 18/09/1923.

Señor: De los males patrios que más demandan urgente y severo remedio es el sentimiento, propaganda y actuación separatista que viene haciéndose por audaces minorías, que no por serlo quitan gravedad al daño, y que precisamente por serlo ofenden el sentimiento de la mayoría de los españoles, especialmente de los que viven en las regiones donde tan grave mal se ha manifestado.
El presidente del Directorio militar, que se honra dirigiéndose a V.M., y de acuerdo con él, somete a la resolución de S.M. medidas y sanciones que tienden a evitar el daño apuntado, con tanta más autoridad y convicción cuanto que, resuelto a proponer a V.M. en breve plazo disposiciones que definan y robustezcan las regiones y su desenvolvimiento administrativo, y aún su fisonomía espiritual, ha de purgarlas antes del virus que representan la menor confusión, el más pequeño equívoco en sentimientos en que no cabe permitirlos, y que ningún pueblo ni Estado conscientes de su seguridad y dignidad admiten ni toleran.
Madrid, 17 de setiembre de 1923.

A propuesta del jefe del Gobierno, presidente del Directorio militar, y de acuerdo con éste, vengo en decretar lo siguiente:
Artículo 1º. Serán juzgados por los Tribunales militares, a partir de la fecha de este decreto, los delitos contra la seguridad y unidad de la Patria y cuanto tienda a disgregarla, restarle fortaleza y rebajar su concepto, ya sea por la palabra, por escrito, por la imprenta u otro medio mecánico gráfico de publicidad y difusión, o por cualquier clase de actos o manifestaciones. No se podrá izar ni ostentar otra bandera que la nacional en buques, edificios, sean del Estado, de la provincia o del Municipio, ni en lugar alguno sin más excepción que las Embajadas, Consulados, hospitales o escuelas u otros centros pertenecientes a naciones extranjeras.
Art. 2º. Las infracciones que contra lo dispuesto en este decreto-ley se cometan se castigarán del modo siguiente: ostentación de bandera que no sea la nacional, seis meses de arresto y multa de 500 a 5.000 pesetas para el portador de ella o para el dueño de la finca, barco, etc.
Delitos por la palabra oral o escrita, prisión correccional de seis meses y un día a un año y multa de 500 a 5.000 pesetas.
La difusión de ideas separatistas por medio de la enseñanza, o la predicación de doctrinas, de las expresadas en el artículo primero: Prisión correccional de uno a dos años. Pandillaje, manifestaciones públicas o privadas, referentes a estos delitos: tres años de prisión correccional y multa de 1.000 a 10.000 pesetas. Alzamiento de partidas armadas: prisión mayor de seis años y un día a doce años al jefe, y de tres a seis de prisión correccional a los que le sigan formando partida o partidas si el hecho no constituyere otro delito más grave.
Resistencia a la fuerza pública en concepto de partida: pena de muerte al jefe y de seis años y un día a doce años de prisión mayor para todos los que formen la partida o partidas. Con las mismas penas señaladas anteriormente se castigarán los delitos frustrados, la tentativa y las conspiraciones para cometerlos. Las señeras, pendones o banderas tradicionales o históricas de abolengo patriótico, en cualquiera de sus períodos que son guardados con amoroso orgullo por Ayuntamientos u otras Corporaciones, las del Instituto de Somatenes, gremios, Asociaciones y otras que no tengan ni se les dé significación antipatriótica, podrán ser ostentadas en ocasiones y lugares adecuados, sin incurrir en penalidad alguna. El expresarse o escribir en idiomas o dialectos, las canciones, bailes, costumbres y trajes regionales no son objeto de prohibición alguna; pero en los actos oficiales de carácter nacional o internacional no podrá usarse por las personas investidas de autoridad otro idioma que el castellano, que es el oficial del Estado español, sin que esta prohibición alcance a la vida interna de las Corporaciones de carácter local o regional, obligadas, no obstante, a llevar en castellano los libros oficiales de registros y actas, aún en los casos que los avisos y comunicaciones no dirigidas a autoridades se hayan redactado en lengua regional.
Dado en Palacio a 18 de setiembre de 1923.- Alfonso.-. El presidente del Directorio militar, Miguel Primo de Rivera.


56
Los vascos aprueban por gran mayoría el proyecto de Estatuto. (El Debate, 6/11/1933)
En Vizcaya vota a favor un 70 por 100 del censo electoral; en Guipúzcoa, un 75, y en Alava, un 60 por 100, según los datos conocidos. Era preciso un 66,66 por 100 del censo del País Vasco. Los diez distritos de Bilbao dieron un 100 por 100 de votos favorables al estatuto. Lo mismo sucedió en varios pueblos de Guipúzcoa. En Eibar los socialistas retiraron la intervención antiestatutista y votaron.